En esta época del año, es común que empecemos a preparar nuestras moscas para la temporada de dorados, taruchas y chafalotes que ya se acerca. Si bien hoy por hoy y siendo pleno invierno encontramos muchos dorados y taruchas en algunos lugares puntuales de nuestras islas, la pesca con mosca que más disfruto es la que se practica en nuestros arroyitos de campo y para ese tipo de pesca estoy preparando ya mis moscas.
Para pescar ese tipo de arroyos, con poco caudal, aguas rápidas y de colores variables según las circunstancias del clima, uso como equipo de cabecera un 4, probando días de nulo viento con equipos más chicos, aunque creo que el 4 es el ideal ya que no nos quedamos para nada corto ni agotamos en demasía a la presa.
En cuanto a moscas, como me gusta pescar cómodo y relajado, busco siempre moscas extra livianas, poco material, cabezas chicas, el lastre justo y utilizo muchas combinaciones de colores no tradicionales.
Cuando como por estos días me pongo a reponer moscas, para organizarme en el atado, hago una lista de las moscas que tengo divididas por colores para con ello tener siempre una proporción de 50% moscas oscuras (negras, azules oscuros, marrones y las clásicas negras con colores), un 40% de moscas de colores (y acá es donde no escatimo en colores y combinaciones) y un 10% moscas claras e imitaciones de mojarras.
Esa especia de tabla de atado por colores, no es ciencia cierta ni mucho menos, sino que me sirve para ordenarme en el atado según los colores que más uso en las pescas que hago, es por eso que cada uno puede adaptar la tablita a las preferencias y lugares que pesca, tamaños de moscas y muchos etcéteras, pero lo comento porque a mí ese esquema me sirve mucho para mis atadas.
Para el tipo de pesca en ámbitos chicos como los arroyitos de llanura me gusta mucho usar como anticipaba moscas que me sean cómodas castear y que hundan ni bien toquen el agua, ya que este tipo de ámbitos se pescan recorriendo y probando lugares puntuales donde a veces la zona caliente es de apenas un metro de accidente y es ahí donde la mosca tiene que pasar pescando y no flotando.
Una mosca que me da muchísimo resultado para ello, es decir que baje ni bien toca el agua, son strimer que hago a la manera tradicional, me gusta mucho usar para cola plumas, conejo o cras fur ya que son los materiales que más vida le dan a nuestro mosca y es en esa pretensión de vida donde radica el éxito o fracaso de nuestro engaño, terminándolos con una pequeña cabecita de chenil corto.
El chenil absorbe agua y lastra la mosca, por lo que con unos pequeños ojitos de plomos tenemos una mosca liviana y que gana rápidamente la profundidad necesaria para lugares rápidos, con el plus de las vibraciones que generan las puntitas del chenil lo que la hacen muy pescadora.
Como se ven en las moscas que arriba muestro, uso ojitos grandes hechos con los papelitos de las pastillas, esos ojitos me sirven para proteger la mosca y son extra tentadores para el chafalote, así que nunca voy sin moscas con ojitos caseros.
Otra variante de cabezas que me dan excelentes resultados para este tipo de pescas son de tipo andino con algunas fibras de goma, digo algunas porque con que tenga un par de pirinchitos sobra para que atraigan peces que es lo que buscamos.
En cuanto a cabezas de pelo de ciervo, si bien uso las tradicionales tipo andino y no discuto su eficacia, muchas veces estas no profundizan lo rápido que necesitamos o para que lo hagan tenemos que ponerle lastres muy pesados lo que le quita simpleza y elegancia a nuestra pesca; es por ello que me gusta mucho hacer pequeñas cabezas muddler bien recortadas y muchas veces solo la mitad de arriba la hago muddler, recortándola bien agresiva para que sirvan de rampa hacia el fondo donde asechan los dorados.
Pasando a hablar de colores, últimamente estoy pescando de manera más que bien con combinaciones nada convencionales, usando mucho verde fluo, rojo, rosa, celeste y amarillo. Nunca dejo de probar por más flojo que este el pique con mis moscas rojas y verdes fluo, esas siempre me salvan las papas.
Creo que todos tenemos tendencia a pescar con las combinaciones tradicionales (negras y amarillas, negras y rojo, etc.) y si bien son tremendas a la hora de tentar dorados, el uso de esos colores no parte más que de gustos ya que estamos muy lejos de saber cómo realmente ven los peces, por lo que todo lo que se hable de que tal color a tal hora se ve dentro del agua de esta manera u otra no son más que conjeturas con algo de veracidad.
Por eso muchas veces pescamos con una imitación perfecta de mojarra sin tener un pique y cuando ponemos una mosca amarilla y rosa con cabeza celeste pescamos un dorado tras otro, eso se debe a que los peces no ven como nosotros y quizás la mosca esa que no parece nada, en cuanto al color para la vista de los peces sea la más apetecible mojarra.
Lo que observo sí y mucho al momento de poner una mosca es que tipo de carnada (forrajeros) hay en el ambiente, trato siempre de poner la que tenga la silueta más parecida a los mismos, después como digo antes el color es cuestión de probar, pero para mí la silueta es fundamental ya que la sombra que genere nuestra mosca es fundamental al momento de hacer picar a los peces.
Por último y para agosto, septiembre que ya están próximo y con ellos las taruchas que se despiertan con ánimos de aparearse y pican como locas, un material muy bueno es el conejo para nuestros moscas, ya que genera un movimiento cadencia lento y parejo que es irresistible para las bichas, trabajando nuestros moscas despacio y arrastrando fondo, si están seguramente picarán.
Bueno, al final, mi intención al iniciar la nota fue poner unos pasos a pasos de moscas y derivó en esto que creo que es mucho más productivo ya que a más de uno lo hará innovar en cuanto a sus moscas y probar cosas nuevas, teniendo siempre los patrones clásicos como guías pero jugando un poco con colores y formas para de esa forma ir teniendo nuestros propios patrones clásicos.
Lucas D. Quaini